

Contextualización
La danza, el pasillo, la cumbia y el bambuco son algunos de los géneros colombianos seleccionados para el desarrollo del Concierto No. 1 para Bandolas Andinas Colombianas y Full Banda Sinfónica. Estos géneros están abordados desde un nuevo lenguaje estético musical; el cual no se encuentra sujeto a formas rígidas o tradicionales. Bedoya, S, citado por López, L et al. (2007) afirma que el replanteamiento de formas conceptuales y los fenómenos de evolución y transformación por los que han transitado las músicas campesinas colombianas, representan un nuevo paradigma regido bajo una nueva musicología, sustentada desde una gran unidad dinámica a partir del análisis reflexivo de la movilidad, transformabilidad y enriquecimiento de procesos seculares de intercomunicación.
Es importante denotar, que la cultura musical del interior del país tiene un fuerte arraigo en la conformación de Bandas Sinfónicas y Cuerdas Pulsadas. En este documento se explicará el papel que cumple la Bandola Andina Colombiana; puesto que es el instrumento protagonista del concierto.
Las Bandas Sinfónicas

Las Bandas Sinfónicas conocidas antiguamente como bandas de viento, han estado presentes desde tiempos memorables en la historia de la humanidad. Su origen se remonta a los pueblos primitivos y su principal fin era de carácter militar; es decir, estos pueblos se sirvieron de instrumentos bélicos que despertaron el ardor combativo e invitaban a sus guerreros a la lucha. El maestro y prestigioso director de banda de origen venezolano Pérez, J. (2014) mencionó este suceso histórico al citar varios apartes del génesis bíblico, al igual que José Franco Ribate, distinguido maestro y director de la Banda Municipal de Bilbao (España), quien trajo a colación históricamente apartes de la edad media y las cruzadas (Pérez, J, 2014).
La música tradicional es una importante forma de expresión y comunicación de los pueblos; del mismo modo, simboliza el motor en la construcción de la identidad cultural de un pueblo. Por ejemplo, para las colectividades indígenas es tan importante como su propia lengua, pues mediante la música tradicional narran su pasado y afirman en el presente la propia pertenencia.
Las bandas de viento personifican una de las formas más comunes de agrupaciones musicales en varios países de América Latina. Vistas como grupos sociales, entrañan significativos espacios para la construcción de vínculos, valores comunitarios y un destacado sentido de pertenencia de un pueblo. Las bandas de viento permiten lograr este propósito, como organización instrumental colectiva, conllevan un enorme trabajo en equipo, unidad, disciplina y constancia. Las bandas de viento colombianas han sido definidas como “Música por la paz de Colombia”, y se han convertido también en uno de los ejes de las políticas culturales del Estado colombiano. (Montoya, L, 2011).
La Bandola Andina Colombiana
Los grandes contribuyentes en la evolución morfológica de la bandola fueron los maestros Diego Fallón, Pedro Morales Pino y Fernando León. El maestro Morales Pino aportó a la construcción de la bandola y a la integración del tiple, la bandola y la guitarra en estudiantinas -agrupación instrumental conformada principalmente por varias bandolas, tiples y guitarras-. Es decir, como un trío ampliado, en donde se encuentran roles de 2 o 3 voces diferentes distribuidas en las bandolas, en algunos casos en los tiples y guitarras-, cuartetos -agrupación conformada por dos bandolas, un tiple y una guitarra- y tríos, además de la escritura en notación musical de estos aires andinos, que hasta finales del siglo XIX, no se había realizado. De esta forma, colaboró en captar la atención y lograr mayor aceptación de estas músicas y de dicho conjunto instrumental en los círculos sociales más representativos del país en esa época. (Balcázar, C. E., 2017).
Es necesario remitirse a la historia del Trío Típico Colombiano -constituido por tiple, bandola y guitarra- el cual ha incluido, desde su origen, a la bandola como instrumento melódico principal. No obstante, en Colombia existen pocas publicaciones de musicólogos o etnomusicólogos que se hayan interesado en trabajar puntualmente sobre la historia del conjunto típico de cuerdas andino colombiano. Sobre la génesis y evolución de la historia de la música andina colombiana se destaca la labor de los musicólogos y etnomusicólogos maestro Jorge Añez y el periodista Hernán Restrepo Duque. (Balcázar, C. E., 2017).
Mucho después, Ricart, R, A (1995) y Torres, E (2000) escribieron sobre la evolución de estas agrupaciones en sus países de procedencia ─ Chile y Venezuela respectivamente─, teniendo como punto de referencia, la llegada de la Estudiantina Fígaro, procedente de España. Si bien, en Colombia no existen registros que permitan identificar puntualmente el origen de las estudiantinas, se puede inferir que tienen similar procedencia que en otros países de Sur América. En este sentido, es probable que las estudiantinas colombianas hayan surgido a partir de dichas agrupaciones españolas, incorporando elementos propios; así como, repertorios locales y la ejecución del tiple y la bandola como instrumentos insignia de la cultura musical colombiana y la academia (Londoño, M.E. y Tobón, A. 2004, p. 6).
Este proceso de “estandarización” dio como resultado el surgimiento de diferentes agrupaciones, entre las que se destacan las estudiantinas y los cuartetos de dos bandolas, tiple y guitarra. En ese proceso de evolución, surgieron los tríos de bandola, tiple y guitarra, entre los que se destacan el Trío Morales Pino, el Trío de los Hermanos Hernández, el Trío Instrumental Colombiano, el Trío Luis A. Calvo, el Trío Joyel y el Trío Instrumental Ancestro, entre otros.
Respecto a la consolidación de la escuela y de la formación académica de la bandola, es importante resaltar la labor de enseñanza de este instrumento por los Maestros Pedro Morales Pino, Fernando León, Manuel Bernal, Jairo Rincón, Carlos Augusto Guzmán, Fabian Forero, Diego Saboya , Oriana Medina, entre otros.
Como bandolista, el Maestro Estrada, logró publicar treinta y siete trabajos musicales. Según Balcázar C.E. (2017) la calidad interpretativa de Estrada le permitió marcar un camino permeado por un alto nivel musical con un estilo único, propio e inconfundible. Estrada consideraba a su instrumento musical como la traductora de sus sentimientos más profundos, imprimiendo un particular sentido melódico, una gran sensibilidad creadora, una versátil manera técnico-expresiva de manejar recursos tímbricos, lo que le da el toque de autenticidad a su obra.
Estas exploraciones y técnicas inspiradas por Estrada, le permitieron afirmar a otros bandolistas, tales como Fernando León, Fabián Forero o Manuel Bernal, que el aumento de un tono ascendente generó mayor sonoridad, aumento en el brillo y brindó mayor comodidad en la ejecución del instrumento, facilitando el abordaje de otros géneros musicales como el Bolero, sin dejar de lado el repertorio de la zona andina colombiana y así, poco a poco, se ha ido enriqueciendo el performance de este instrumento gracias a sus aportes. Para la época, no se acostumbraba que los bandolistas investigaran los recursos tímbricos del instrumento; por lo cual, la propuesta del Maestro Estrada aparece como una propuesta revolucionaria. Dicho de otro modo, los músicos de la primera mitad del siglo XX, se interesaban en seguir los patrones sencillos del manejo del instrumento, se atacaban las cuerdas siempre sobre la boca de la bandola y procuraban un mismo sonido, un mismo timbre y como muchos dicen “tocaban plano” (Balcázar, C.E., 2017). Probablemente, debido a las necesidades en el performance de la época. Es por ello, que se destacan los aportes de Estrada como pionero en el tema y a raíz de sus exploraciones se generaron técnicas de ejecución aplicadas al ataque de las cuerdas, con variadas formas de utilización del plectro. En entrevistas sostenidas por Balcázar (2017) con maestros como Fabián Forero, Fernando “El Chino” León, David Puerta, Jesús Antonio “Chucho” Mosquera, entre otros, coinciden en afirmar que luego del cambio de afinación de la bandola y del tiple provocó una amplitud y comodidad para interpretar distintos repertorios.
Entre los años 60’s y 80’s se produjeron cambios que involucran a la bandola y al trío, suscitando nuevas prácticas, visiones y hasta posturas controversiales. Los cambios realizados a la bandola durante estos períodos fueron de naturaleza en su principio constructivo-organológica, modificándose la afinación y el número de cuerdas a partir del modelo de bandola propuesto por el Maestro Pedro Morales Pino a principios del siglo XX.
Bandola soprano
La Bandola Soprano fue escogida en el 1er y 3er movimiento por su amplio registro y luminosidad.

Diego Hernán Saboya González , bandolista colombiano.
Bandola Alto
La Bandola Alto fue elegida para el 2do movimiento para generar contraste gracias a su timbre dulce, profundo y expresivo.
